El sábado pasado, formé parte de uno de esos días en los que la palabra ilusión rebosaba y fue la protagonista. Una ilusión que, como la propia pareja me confesó días antes, les brotaba por cada gesto de su rostro. Juani y Martín, se dieron el “Sí quiero” más ilusionante y emocionante de sus vidas ante la presencia de familiares y amigos.
A primera hora de la mañana, me acerqué a casa de Martín, donde se encontraba nervioso, bastante nervioso. Se le notaba el palpitar en cada gesto y movimiento que hacía y, la verdad, que no era para menos, comenzaba un día muy especial y emotivo.
Le acompañaba en la tarea de vestirse su madre y hermana, así como Manuel y Francisco, hijos de Juani, entre otros familiares. Todos ellos le fueron ayudando y apaciguando ese hormigueo tan característico de esos días. Vestía un esmoquin de la tienda MOLI hombre.
Del brazo de su madre, y con la eternidad del beso de una madre, salió de casa hasta la espera de la hora.
Mientras tanto, entre un mar de olivos de nuestra hermosa sierra, Juani estaba en plena sesión de peluquería y maquillaje, llevado a cabo por Lucía García y Yolanda Martínez, respectivamente, así como manicura de Bárbara Ruiz.
Muy tranquila, sorprendentemente tranquila, en contraste con el novio, se encontraba Juani, con su sonrisa constante.
Poco a poco iban llegando sus familiares, que le acompañarían durante todos los preparativos.
El reloj hacía pasar los minutos, hasta que llegó el momento de colocarse su vestido de novia, de Valerio Luna, con zapatos y tocado de Higar novias. Para esta labor, contaba con la inestimable ayuda de su hermana Paqui y su hermano Manuel, el cual supo aportar la paciencia y maña para abrochar cada uno de los botones de su vestido.
Los minutos se iban acortando, y del brazo de su padre, y en compañía del resto de familiares, tomó rumbo hasta el lugar elegido para la ceremonia: El patio del Museo Arqueológico “Santiago Cano y Consuelo Turrión” de Montoro. Un marco incomparable de la que fuera la antigua fortaleza de la Mota. Sin duda, un rincón cargado de historia y de encanto, decorado magistralmente por Floristería S. Bartolomé, autor también del ramo de novia.
Primero llegó Martín, del brazo de la madrina, madre de Juani, y tras él, llegó Juani del brazo de su padre. Todo se paralizó cuando sus miradas se entrecruzaron, aunque se enmudeció por completo cuando los sones de la Agrupación Musical Jesús Caído de Montoro hicieron acto de presencia. Martín no pudo aguantarlo, sus lágrimas brotaron de par en par por sus mejillas al escuchar la banda la cual lleva por bandera con su paso marcial en cada desfile procesional.
Tras esta intervención, comenzó la emotiva ceremonia, oficiada por José Romero Pérez, concejal del Excmo. Ayuntamiento de Montoro, que con unas bellas palabras, hicieron de nuevo brotar las lágrimas a Juani y Martín.
Durante la ceremonia también quisieron participar otros familiares y amigos, en especial Manuel y Francisco, hijos de Juani. Con los sones celtas de José el gaitero y con el Handfasting, ceremonia de atar las manos con una cinta como símbolo de unión de la pareja, de origen irlandés y escocés, la pareja se convirtió en marido y mujer.
Tras atravesar el arco ojival de la puerta del Museo Arqueológico, una lluvia de arroz y mariposas blancas recibió a los recién casados.
Mientras los invitados se dirigían hasta el lugar elegido para el banquete, aprovechamos un ratito para hacer por unas tomas por los rincones mágicos que nos regala Montoro.
Ya en el Restaurante La Entrada, entre pirotécnica y música, disfrutaron de un almuerzo, en los que la diversión y la emoción estuvieron presentes en cada momento.
Como fin de fiesta, Aranda Dj, hizo trotar, brincar, saltar a todos los invitados hasta bien entrada la madrugada.
Y como muestra de lo vivido, os dejo con un resumen visual deseando que os guste.
