Un 27 de abril, domingo de Veleras, fue el día en el que Cristina y Teo comenzaron a escribir en el libro de la vida bajo la atenta mirada de la Copatrona de Montoro, la Virgen de la Fuensanta. Diez años después, las coincidencias (o no) de la vida, hicieron que en ese mismo día comenzaran a redactar un nuevo capítulo, muy especial, con un "Sí" tan rotundo que los uniría para siempre.
En una mañana cerrada en lluvia (la Virgen de la Fuensanta quiso bendecir los campos con la lluvia que, con tanto anhelo, se le ha pedido, en vísperas de su romería), comenzamos este gran día en casa de Teodoro.
En esta ocasión, me acompañaba una persona muy especial para la pareja, Juan José Peinado buen amigo y persona, el cuál, quiso plasmar a través de su cámara, un vídeo con los momentos más destacados de la boda de su prima Cristina, junto a Teo.
Cuando llegamos a casa del novio, el estilista Manuel Luis Villaverde estaba dando los últimos retoques a la madrina.
Teo, en compañía de su íntimo amigo, Bartolo, empezó a vestirse con su traje de Miguel Peris.
En una calma-tensa, el novio fue vistiéndose con la ayuda de los que por allí iban apareciendo, entre ellos su cuñado y su hermana. También lo acompañaba una personita muy especial para Teo, su sobrina Marta, que en cuanto lo vio, se fundieron en un gran abrazo.
Poco a poco, se iba agotando el tiempo, y cuando ya se encontraba "maqueao", tomamos rumbo hacia la casa de Cristina.
Cristina se encontraba prácticamente terminada de maquillaje y peluquería, llevados a cabo por Sensación y Belleza y por Ana Ruiz, respectivamente.
La emoción se hacía notar en su rostro. Ella, para "disimular", chillaba para evitar derramar esas gotitas transparentes que en las ocasiones especiales aparecen por las comisuras de los ojos.
Con la ayuda y compañía de su madre y su cuñada Rocío, se puso su vestido de Higar novias, con complementos de Maina Atelier.
Su padre y su hermano también la acompañaban, visiblemente emocionados de verla tan feliz. Junto a ellos, dos personitas muy especiales, sus sobrinos Lucía y Antonio siendo este último quien le entregó el ramo a la novia, el cual, fue realizado, junto al exorno floral de la iglesia, por Planelles mundo natura.
Un jolgorio empezó a sonar escalera arriba. Era el grupo de amigas de la novia, que quisieron acompañarla en estos momentos previos, donde, con su ayuda, le pusieron los zapatos que le habían regalado de Calenda.
El reloj iba acercándose a la hora fijada para la ceremonia. El tiempo comenzaba a amainar. Del brazo de su padre, Cristina tomó rumbo hacia la Parroquia del Carmen, donde la esperaría Teo.
El Coro de la Humildad de Montoro, amenizó la emotiva ceremonia donde se profesaron amor eterno.
A la salida, un sol radiante se abría paso entre las nubes. En esta ocasión fue la lluvia de arroz la que cayó sobre la pareja de recién casados, que bailaron al son del Coro de la Humildad.
Montados en un coche de caballos, de Hnos. Gómez Gómez Calcerrada, Cristina y Teodoro, dieron un paseo por Montoro, donde aprovechamos para hacerle unas tomas.
Ya en el Salón La Caseta, amenizado, nuevamente, por el coro de la Humildad, los invitados disfrutaron de un magnífico aperitivo y almuerzo. Destacando el magnífico trabajo de Fran Romero, cortador de jamón de Sabores Ibéricos.
En el trascurrir del almuerzo se vivieron momentos de profunda emoción; de esos en los que la garganta se enmudece, por el encuentro con personas especiales y por el recuerdo de personas muy queridas por la pareja.
Como punto dulce para los más pequeños, y para los no tanto, una magnífica mesa de chuches y chocolatinas, ambientada en la película favorita de los novios: Shrek, llevada a cabo de Dulces Recuerdos.
A la hora del postre, la Charanga "El nombre es lo de menos" levantaron a todos los invitados al ritmo de una larga conga.
Como fin de fiesta, la música y la labor incansable de Dj Aranda, que puso a bailar y saltar a todos los invitados hasta bien entrada la madrugada.
Y, tras este resumen, os dejo con el fotográfico.