Más de media vida juntos. Con el fruto de su amor, llamado Daniela; radiantes de cariño y aprecio mutuo. Así nos los hicieron ver esta bonita pareja, llena de bondad: Alba y Jesús.
La primera de esta temporada no podría haber sido mejor. Mejor en todos los sentidos, tanto por diversión, como por la entrega que tuvieron todos los invitados desde el primer momento.
Desde temprano, inicié con los preparativos de Jesús, con un traje de Miguel Peris, bajo la atenta mirada de su madre, que le estuvo ayudando en todo momento.
Poco a poco fueron llegando sus primeros amigos para no perderse ningún detalle de este gran día. Pero, la que sin duda no quiso faltar fue la pequeña Daniela, que acompañó a su papá en este bonito día desde bien temprano, como una campeona.
Jesús estaba muy tranquilo, decidido a dar el gran paso, lo tenía claro.
A medida que pasaba el tiempo terminaron de llegar todos sus amigos, con los que compartió unos agradables momentos previos.
Tras terminar con el novio, le tocó el turno a Alba, que se encontraba con los últimos retoques de peluquería y maquillaje, de las manos de Victoria Ruiz y Rosario Ruiz, respectivamente.
Alba estuvo en todo momento arropada por sus tías y damas de honor, ayudándole con todo el ritual de vestir con gran maestría a la novia; por su hermano, y padrino, al que le brotaba una sonrisa al contemplar a su hermana vestida para la ocasión. Y como no podría ser de otra forma, la personita de su vida también la quiso acompañar como, anteriormente, lo había hecho con su papá: Daniela. El equipo, encabezado por su tía Mari, estuvo pendiente hasta el más mínimo detalle, para que Alba irradiara como esa luz que rompe en el horizonte en cada amanecer del nuevo día con su vestido de Higar Novias.
Dos detalles resaltaban sobre un asiento “Luis XVI”, como era el magnífico ramo de novia, realizado por Floristería S. Bartolomé, quién, además, fue el encargado de ornamentar la iglesia y el convite; así como un fantástico bastidor con las alianzas, realizado artesanalmente por “La Rana Verde”.
Pasado el medio día tomó rumbo hacia la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen, donde estaba esperándola Jesús.
La ceremonia, oficiada por el Párroco del Carmen, D. Juan Vicente, estuvo llena de momentos entrañables y simpáticos, y amenizada por la música de Copelia, un dueto de voz y guitarra flamenca que erizó el vello de todos los asistentes.
Tras esta emotiva ceremonia y su salida triunfal bajo una incesante lluvia de arroz, mariposas blancas, y algún que otro garbanzo que voló con ellos, tomamos rumbo hacia el mirador del Imperio Romano, y posteriormente, hacia el casco histórico de Montoro, donde llevamos a cabo una breve pero intensa sesión de pareja, en la que los novios pudieron relajarse y tomar impulso para lo que venía a continuación.
Ya en el salón de celebraciones “La Caseta”, se encontraban todos los invitados esperándolos para celebrar por todo lo alto este día.
Durante el almuerzo se vivieron momentos de intensa emoción, como cuando una de sus damas de honor y amiga, entregó a Alba un regalo muy especial y significativo. Era un dibujo a grafito de dos estrellas que, sin duda, junto a una tercera, en ese día tan especial, no quisieron faltar, brindando y brillando desde el cielo rebosantes de felicidad por esta bonita pareja de recién casados.
Como fin de fiesta, los invitados pudieron disfrutar de unas de las últimas novedades que se han incluido recientemente en las diversiones de boda, como es el fotomatón 360, todo ello amenizado por la música de Dj Pedro Hidalgo y en últimas instancias, por el amigo de los novios, Dj Marín.
A continuación, os muestro el resumen fotográfico de este día tan especial.