Dos municipios cordobeses fueron el escenario donde se llevó a cabo la boda de Toni y Mari Carmen, unidos por una misma afición, una pasión hacia el Caballo, que fue el detonante para crear esta bonita historia de amor.
Como de costumbre, la historia comienza en casa del novio a primera hora de la mañana, en Montoro, donde se encontraba muy nervioso, tanto que, con palabras textuales, "daría una vuelta al pueblo corriendo". La madrina se encontraba en sesión de peluquería, trabajo llevado a cabo por Victoria Ruiz.
El novio comenzó a vestirse con la ayuda de su hijo Alejandro. Al poco rato llegó Pedro, amigo del novio, que apaciguó los nervios con una petaquilla con un "elixir misterioso" (¡ron miel!, exclamó Alejandro). También se encontraba por casa Silvia, hermana del novio, coordinando todo para que el novio no se preocupara por nada.
Dejé al novio desayunando junto a sus acompañantes, mientras tomaba rumbo hacia la vecina localidad de Bujalance, donde me esperaba Mari Carmen.
Me dio la bienvenida el padre, y padrino en este día tan especial, de Mari Carmen. Ésta se encontraba en sesión de maquillaje y peluquería, llevado a cabo por Rosario Lara, de peluquería unisex Lalom.
A medida que avanzaba el tiempo, mientras se iba engalanando, se iban sumando familiares, dos de ellos de especial mención: sus hijos José Manuel y Antonio, que le ayudaron y estuvieron pendiente de su madre.
La hora se aproximaba y tomamos rumbo hacia el Ayuntamiento de Bujalance, fantásticamente engalanado por Planelles mundo natura, artífices también del ramo de novia. A la espera de su llegada, se encontraba Toni junto con familiares y amigos.
La ceremonia, llevada a cabo por un edil del Ayuntamiento, amigo de la infancia de Mari Carmen, estuvo llena de sentimientos y emociones, como cuando el hijo pequeño de Mari Carmen, Antonio, y el hijo de Toni, Alejandro, tomaron el micrófono y les dedicaron unas palabras a sus padres. Momento de ternura que estoy seguro que jamás olvidarán.
Una vez concluida la ceremonia, a la salida le esperaba una lluvia de mariposas blancas y bombas de humo azul, color que representa fidelidad, amor y compromiso en la pareja.
De nuevo, tomamos rumbo hacia Montoro, donde se llevaría a cabo el banquete en Salón de Celebraciones "La Caseta", pero antes de llegar, nos tomamos un rato para realizar unas fotografías de la pareja en la que, momentáneamente, desconectaron y volvieron a compartir emociones, como fue la de encontrarse con Pelusa, su hermoso caballo de pura raza, nexo de unión de esta bonita pareja.
Tras unas fotografías por las inmediaciones y casco histórico de Montoro, ahora sí, tomamos rumbo al salón de celebraciones, donde les estaban esperando familiares y amigos, donde disfrutaron de un gran almuerzo y posterior fiesta, amenizada por DJ Aranda.
A continuación, os dejo el resumen fotográfico de este hermoso día.